miércoles, 3 de octubre de 2012

La necesidad de un proceso constituyente


Desde hace unos meses se viene debatiendo con fuerza la necesidad de un proceso constituyente ante la evidente crisis que sufre el régimen.
El otro día, a traves de su blog, mi camarada y compañero Francisco Javier García Centeno defendía que no existía ningún proceso constituyente ni tampoco una crisis del régimen. El explicaba que los que defienden esa línea “están cometiendo un error de análisis que puede ser disculpable en quien no se considere marxista pero imperdonable en quien se defina  como tal.”
En Agosto del año pasado el Partido Popular y el Partido Socialista dinamitaron la constitución española mediante una reforma Express para favorecer los intereses del capital.
A su vez derechos establecidos en la constitución no se cumplen, no se han cumplido nunca, pero ante la situación de crisis que sufre la clase trabajadora se ve mas claridad su incumpliendo. El incumplimiento de derechos como la vivienda (con 526 desahucios diarios) o el empleo son una sonora bofetada al régimen mientras que las movilizaciones (y el posterior reforzamiento represivo del régimen) demuestran una evidente crisis del régimen.
Cualquier ciudadano esta comprobando como nuestros “gobernantes” actúan a las espaldas de las reivindicaciones ciudadanas y son simple correa de transmisión de los intereses de los mercados.
El proceso constituyente existe pero lo han comenzado los de “arriba”, en las últimas semanas se nos habla de la famosa transición, el Borbón nos habla de consenso mientras se mueren los que la firmaron.
Se le puede denominar “contraproceso constituyente” pero existe y tiene como objetivo eliminar cualquier rastro de estado social.
¿Ante esto que hacer?, ¿nos quedamos como la izquierda del régimen y ayudamos a sostenerlo?, ¿hacemos nuestro trabajo en las instituciones, mirando de reojo las luchas ciudadanas o incluso criminalizándolas de vez en cuando?
Nuestra obligación es poner en marcha un proceso de acumulación de fuerzas, con una estrategia de construcción de poder popular, de nueva democracia, una estrategia para un proyecto político-social constituyente.
Pero este proceso no debe salir ni de IU ni del PCE, en este proceso debemos de participar como uno mas sin la necesidad de liderar nada.
Hace unos meses nadie se podía imaginar que dentro del debate se mencionara tanto un proceso constituyente como tampoco podíamos imaginarlo hace años cuando defendíamos líneas anticapitalistas sin mucho éxito.
Ni tampoco podíamos imaginar movilizaciones ciudadanas que salían bajo el lema: Contra los banqueros y sus políticos, contra el régimen, por la democracia, sin miedo.
Ha llegado el momento de preguntarnos si queremos mancharnos de barro y construir con una  convergencia lo más amplia posible, con fuerzas políticas y con expresiones sociales organizadas, otra constitución poniendo como objetivos la soberanía popular, los derechos sociales mediante una República con democracia participativa como vía al socialismo

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