Desde hace unos meses se viene debatiendo con fuerza la
necesidad de un proceso constituyente ante la evidente crisis que sufre el régimen.
El otro día, a traves de su blog, mi camarada y compañero Francisco Javier García Centeno defendía que no existía ningún proceso constituyente ni tampoco una crisis del régimen. El explicaba que los que
defienden esa línea “están cometiendo un error de análisis que puede ser
disculpable en quien no se considere marxista pero imperdonable en quien se
defina como tal.”
En Agosto del año pasado el Partido Popular y el Partido
Socialista dinamitaron la constitución española mediante una reforma Express para
favorecer los intereses del capital.
A su vez derechos establecidos en la constitución no se
cumplen, no se han cumplido nunca, pero ante la situación de crisis que sufre
la clase trabajadora se ve mas claridad su incumpliendo. El incumplimiento de derechos
como la vivienda (con 526 desahucios diarios) o el empleo son una sonora
bofetada al régimen mientras que las movilizaciones (y el posterior
reforzamiento represivo del régimen) demuestran una evidente crisis del régimen.
Cualquier ciudadano esta comprobando como nuestros “gobernantes”
actúan a las espaldas de las reivindicaciones ciudadanas y son simple correa de
transmisión de los intereses de los mercados.
El proceso constituyente existe pero lo han comenzado los de
“arriba”, en las últimas semanas se nos habla de la famosa transición, el Borbón
nos habla de consenso mientras se mueren los que la firmaron.
Se le puede denominar “contraproceso constituyente” pero
existe y tiene como objetivo eliminar cualquier rastro de estado social.
¿Ante esto que hacer?, ¿nos quedamos como la izquierda del régimen
y ayudamos a sostenerlo?, ¿hacemos nuestro trabajo en las instituciones,
mirando de reojo las luchas ciudadanas o incluso criminalizándolas de vez en
cuando?
Nuestra obligación es poner en marcha un proceso de
acumulación de fuerzas, con una estrategia de construcción de poder popular, de
nueva democracia, una estrategia para un proyecto político-social constituyente.
Pero este proceso no debe salir ni de IU ni del PCE, en este
proceso debemos de participar como uno mas sin la necesidad de liderar nada.
Hace unos meses nadie se podía imaginar que dentro del
debate se mencionara tanto un proceso constituyente como tampoco podíamos
imaginarlo hace años cuando defendíamos líneas anticapitalistas sin mucho éxito.
Ni tampoco podíamos imaginar movilizaciones ciudadanas que
salían bajo el lema: Contra los banqueros
y sus políticos, contra el régimen, por la democracia, sin miedo.
Ha llegado el momento de preguntarnos si queremos mancharnos
de barro y construir con una
convergencia lo más amplia posible, con fuerzas políticas y con expresiones
sociales organizadas, otra constitución poniendo como objetivos la soberanía
popular, los derechos sociales mediante una República con democracia participativa
como vía al socialismo
0 comentarios :
Publicar un comentario